jueves, 14 de agosto de 2008

Estamos en casa


Estamos en casa. Sin darme cuenta han pasado tres semanas desde que aterrizamos en España. La vuelta a la rutina urbana es tan rápida como normal, los medios de transporte actuales hacen que en pocas horas pases de estar en un lugar apartado del mundo a encontrarte con el abrazo de los tuyos…

Mi hijo me esperaba mostrándome su camiseta con una foto de su padre en el Nanga y una leyenda que decía:

-Gasherbrum II, Broad Peak, con dos C…-

Con dos cumbres, claro…

He pasado 42 días entre viajes, alguna habitación de hotel, glaciares, tiendas de campaña, muchos amigos, muchas personas anónimas que seguramente no volveré a ver, incertidumbre, nostalgia, cumbres de más de ochomil metros, abrazos, discusiones, pero sobre todo vivencias y sensaciones que me hacen sentir vivo, privilegiado en un entorno grandioso.

De vuelta en casa me sorprende la felicidad y el agradecimiento que me muestran algunas personas por lo que he logrado realizar, es una sensación extraña y a la vez gratificante pues haciendo lo que más me gusta, hago disfrutar también a los demás.

En una expedición a las montañas más altas de la Tierra ocurren cosas, a través de mi página Web recibo numerosas muestras de apoyo, de ánimo, piropos, alguna que otra bronca, recomendaciones… todo ello me ayuda en los momentos de duda, desconfianza, morriña de tus seres queridos… Me siento afortunado por poder disfrutar de la naturaleza más salvaje, y a través de estas líneas quiero daros las gracias a todos, el sentiros al otro lado de las crónicas me empuja siempre para arriba.

Los que forman parte de mis éxitos son también los que hacen posible mis expediciones. Arquitectura en Madera y Piedra, Ayuntamiento de Zamora, Diputación de Zamora, Caja España, de Simura, muchas gracias a todos.

Espero encontraros a todos en mis próximos proyectos.


Zamora, Agosto de 2008

lunes, 4 de agosto de 2008

El Espejo de tinta



EL ESPEJO DE TINTA

Saludar a Dios

ANGEL MACÍAS. 

Martín Ramos pertenece a la antigua raza de los Titanes. Es un héroe de las alturas, representante de la cantera de montañeros zamoranos. Martín es un súper hombre que escala cumbres imposibles como una ofrenda al intento de los hombres de dominar la naturaleza y poniendo con ello ante nuestros ojos la pequeñez de lo humano frente a los colosos de roca. Esta semana nos contaba
su última expedición al Himalaya y su ascensión de dos "ochomiles" en sólo unos pocos días. Lo cuenta no con el lenguaje de la épica sino con una pasmosa normalidad con la que nos sorprendería, incluso leyendo la carta de un restaurante exótico. Sisha Pangma, Karakorum, Gasherbrum, K2. Habla de subir y bajar montañas de más de 8.000 metros como si fueran los toboganes de un parque acuático o un paseo por las laderas de Valorio. Casi se diría que en realidad se escapa a las tierras del Yeti de vacaciones, a descansar de su trabajo. Que el riesgo en su vida lo aporta su servicio profesional como bombero. Pero no, Martín es resistente, noble y natural como el nombre de uno de sus patrocinadores, "arquitectura en madera y piedra". Su madera es la misma que hace que su padre, el cronista Herminio Ramos, remonte cada día el mal que vela sus ojos y siga leyendo y escribiendo con el insaciable apetito de quien son las letras su vida. Te toparás con él, en la calle o en sus rincones favoritos y no te verá, pero en su "punto de mira" sigue escrutando con la misma luz y minuciosidad el alma de Zamora. Hace unos días pasé en avión sobre los Alpes, rumbo al norte de Italia. La reiteración de hileras de montañas que conforman la cordillera, semejaban las fauces abiertas del planeta con varias filas de dientes esperando el momento oportuno para cerrarse sobre su presa, los indefensos pueblos y ciudades asentados en su seno. Las casas, agrupadas en valles donde culminan gargantas marcadas como cicatrices sobre el suelo, son anécdotas, granos del terreno. Cualquier objeto más pequeño, inexistente. Desde la altura, la presencia del hombre sólo se intuye. Martín escala por sendas por las que nadie o muy pocos han subido antes. Se va alejando del ruido, de las miserias humanas. Según estudios médicos, en las expediciones a montañas de más de 8.000 metros, los montañeros presentan cifras de saturación de oxígeno muy bajas, comparables a las de los pacientes con insuficiencia respiratoria grave, aunque van mejorando con el tiempo de aclimatación. Con su tesón y humildad, cuando Martín hace cumbre, suelta el piolet, se libera de las ataduras y respira el aroma del triunfo, debe sentirse a la vez inmenso y diminuto. Imagino que la baja saturación de oxígeno haga que sentidos y actividad cerebral se concentren sólo en lo esencial. En esa atípica lucidez en la que se puede ser plenamente consciente de uno mismo y de la verdadera dimensión del mundo. El montañero, en la cima del mundo, saluda a Dios.

      3 de Agosto de 2008


lunes, 28 de julio de 2008

miércoles, 23 de julio de 2008

Ya están en Islamabad


Miguel Ángel y Martín ya están en Islamabad.

Llegarán a Barajas:

Terminal 4

Viernes 25

17:30 horas

Vuelo: BA0460

Compañía British Airways, procedente de Londres.

¡¡¡Allí nos veremos!!!


P.D. Si hubiese alguna modificación de última hora en el vuelo, lo colgaríamos aquí.

domingo, 20 de julio de 2008

En la diana


Martín del Himalaya

Francisco García

A la señora María se le acaban las cuentas del rosario cada vez que Martín se embarca en la aventura de un ochomil con la pasmosa tranquilidad con que uno da un garbeo desde el Castillo a Santa Clara.

Pero a Martín, Martín Ramos, erre que erre, se le van las piernas al Oriente como a los exploradores de otro siglo la cabeza como un imán al polo norte magnético, como si la llamada de las cumbres que rodean el techo del mundo fuera un reclamo irrechazable, canto de sirena de las nieves perpetuas y de los hielos como simas insalvables.

¿Qué se contempla desde aquella altura; qué se divisa donde más arriba no ha llegado nadie para que perviva la entereza de volver cada vez aún a riesgo de la propia vida?

Que en una provincia de horizontal llanura donde lo que más se eleva es el cereal; que en una ciudad donde el mayor desnivel se alcanza en el Alto de los Curas surja un montañero que en apenas dos semanas corone dos techos del Himalaya es para apuntarlo en el Guinness del zamoranismo, tan escaso de premios y de retos.


        19 de julio de 2008

Crónica de Lina Quesada


INTENTO A CUMBRE EL PASADO 16 DE JULIO

El comienzo de la ascensión del CB al C3 fue para mí "una aventura dentro de la aventura". Cada uno mide sus fuerzas con la montaña y a veces la montaña gana. En este caso nosotros quedamos satisfechos con el resultado.

Eran las 16'00 h. del día 15 de julio, cuando aparece Miguel A. Pérez en nuestra tienda a proponernos un "todo o nada": "Hay 2 días de buen tiempo, 16 y 17, y o se intenta ir a cumbre en 2 días o no hay posibilidad hasta la próxima ventana de buen tiempo". Ahí quedaba eso... Las opiniones de cada uno se suceden, con 3 compañeros en el C2 (Santi, Diego y Alfredo). Los otros 4 que quedamos en el CB (Alberto, Aitor, Martín y yo) sólo podemos negarnos o aceptar el RETO que nos propone Miguel A., subir de noche en una "nocturna non-stop" hasta el C3 (7.100m.) y una vez allí descansar unas horas y subir para cumbre.

Inconvenientes: Alberto, Aitor y yo todavía no hemos dormido en el C3 y no sabemos si la altura hará mella. A favor: Martín viene de cumbre del G2 con lo cual está muy bien aclimatado. Resultado: 4 votos a favor y nos unimos a Miguel, el cual ya ha reclutado a Joao García, que además viene del Makalu muy bien aclimatado.

Al final de la tarde deciden comenzar la marcha Miguel, Joao y Aitor, quedándonos en el CB, Albelto, Martín y yo, descansando y más bien entre nervios, sopesando la decisión tomada. Comienza la marcha... tras una copiosa y abundante cena (nos llevamos en un termo una espaguetada con carne de lujo) comenzamos la nocturna Martín, Alberto y yo. Encontramos con facilidad los hitos por el glaciar de noche, nos ponemos los crampones, casco y arnés en el depósito a pie de vía y a subir. Me sorprenden mis compañeros: Alberto, más cargado que yo, no lleva ni arnés, no usa las cuerdas y sube con una velocidad y agilidad pasmosa por el hielo sin sentirse siquiera el ruido de las puntas de sus crampones, ni de su piolet, es pura técnica; Martín, el cual viene del G2 con un dedo del pie muy mal, no conoce ni la vía ni nada y sube y sube encaramado a la pared sin encordarse ni nada y de noche. Yo sonrío para mis adentros, es la 4ª vez que subo por aquí y sigo teniéndole un respeto bestial a estas pendientes, ellos van levitando por el hielo sin esfuerzo, sin sentir el golpear del metal en el duro hielo.

Tras las primeras pendientes, nos sorprende una grandiosa avalancha en mitad del glaciar que tenemos a nuestra espalda durante la subida. Nos quedamos parados, estamos trepando en roca y sin guantes, por un momento una oleada de aire frío nos sacude y quedamos los 3 blancos de pies a cabeza.

Ya una vez la ruta se abre y llegamos a las pendientes que conducen al C1, me paro porque me tengo que parar a disfrutar de la noche. Será la 1'00 de la madrugada del día 16, la luna llena lo ilumina todo, Venus brilla majestuoso, le doy las gracias a Alberto por esperarme y le obligo a que mire hacia el K2, su próximo objetivo, es en esos momentos una pirámide blanca que te hace un nudo en el estómago de sólo imaginar poder estar allí arriba.

La ascensión continúa, el momento más duro es el amanecer, sobre las 5'00 de la madrugada el frío hace mella en nosotros, no nos sentimos los pies, llevamos desde las 12'00 de la noche sin descansar, paramos, tomamos un sorbo de té y compartimos unas chocolatinas, ya se ven las siluetas de los gigantes que nos rodean y estamos a 2 horas del C2, ya lo tenemos...

Llego al C2 a las 8'00 y me meto en la minitienda de 2 plazas en la que ya están Alfredo, al cual despertó Aitor cuando llegó a la 1'00 de la madrugada, Alberto y yo. Cual sardinas enlatadas, nos apretujamos y abrigamos con los sacos, a esperar que dé el sol en la tienda. Sobre las 10'00 se va Alfredo, junto con Santi y Diego, que suben a montar otra minitienda en el C3 y Aitor, Alberto y yo, nos quedamos a fundir nieve para llevar nuestras botellas y termos llenos.

Martín sube ya con Joao y Miguel porque ellos ya tienen una tienda en el C3. Alberto, Aitor y yo, salimos muy tarde, a las 13'00 h. porque no sabemos si podremos descansar en el C3, preferimos subir ya comidos, bebidos y descansados "por lo que pueda pasar".

Llegamos al C3 sobre las 17'00 h. no sin antes haber dado cuenta de la "espaguetada" que llevábamos en el "TÁPER", de modo que comienza la rutina, coger nieve, fundir nieve, llenar botellas y descansar un rato. Tres personas, con 2 sacos, pies metidos en guantes, manos metidas en los bolsillos de los monos de plumas, cabezas cubiertas con dos gorros... un frío tenaz, atroz.

Aitor y yo, que somos los más normales del trío, le comunicamos a Alberto que no vamos para cima, el frío nos ha entumecido los pies, no seríamos muy útiles en la labor de abrir huella. Alberto, una "locomotora humana" decide que saldrá ya de día para no lesionarse los pies. El resto de las "máquinas", Martín, Joao, Miguel, Babanov y otros rusos, salen sobre las 3'00 del día 17 de julio.

El "non-stop" continúa, no sé cómo pueden. Yo ya he hecho mi trabajo, subir del CB al C3, de 4.900 m. a 7.100m., y ahora me toca quedarme aquí unas horas y aclimatar. A las 7'30 h. sale Alberto, en un par de horas coge al grupo que salió a las 3.30 h. Vemos desde al C3 las 7 figuras avanzar lentamente por los seracs en sombra. Todo es sombra y frío. Aitor y yo seguimos durmiendo hasta las 9'00 h. cuando comenzamos a calentarnos los pies para ponernos las rígidas y heladas botas para salir de la tienda y comenzar la bajada al CB.

Sigo mirando hacia el grupo que salió, me da miedo por ellos, les espera un duro día, les falta mucho hasta el collado y desde allí a la cima no digamos... Puede que me ponga en su lugar y piense que dentro de una semana tal vez, sea yo la que esté allí, intentando una barbaridad, sacando fuerzas de donde apenas queden, pero ahora son ellos los que me dan pena, el frío que estarán pasando, el sueño, la sed.

No sé cuando fue la última vez que comimos algo que no viniera envuelto en un plástiquito, fue la gran cena del día 15, desde entonces sólo nieve fundida y barritas.

A las 10'00 salimos del C3, Aitor y yo, junto con Santi, Diego y Alfredo, vamos al C2 y allí volvemos a derretir nieve, la lengua se me pega al cielo de la boca, qué sed. Nos quitamos los monos porque ya nos da el sol y cuando nos disponemos a bajar de pronto aparece Alberto. Nos coge allí de milagro. Nos cuenta que se dió la vuelta cuando empezó a dolerle la cabeza. Alcanzó al grupo pero no se sentía con fuerzas para continuar, los efectos de la altura, ya que sus piernas le daban suficientemente.

La bajada fue de cuento de terror. Ya entrado el mediodía esta montaña es una bolera. Piedras que caen por todos lados, golpes que ni el casco ni una cabeza de cemento podrían evitar.

Esta CRÓNICA ES MUY LARGA, pero hoy me encuentro inspirada, tengo el día libre para pensar y escribir y estoy sentada en unas piedras frente al glaciar, contemplando puntitos que bajan del C3 al C2 y que espero que sean nuestros compañeros Martín, Joao y Miguel que tras la cumbre bajan a nuestro campo base.

Todo esto me hace reflexionar bastante. Los días pasan, el plazo se acaba. En esta montaña que tantos consideran fácil, no encontramos su accesibilidad. Este año no hay una línea de cuerdas fijas montada como el año pasado, por ejemplo, lo cual le daba seguridad y facilidad. Este año hay algún que otro cordino mal instalado, pero hay pendientes y medias laderas heladas con un patio (caída) de 2.000m. que te dan un vuelco en el corazón. Por otra parte, te encuentras los primeros 1000m. de subida con hielo malo y piedras sueltas "un peligro" y en cambio desde el C3 al collado (7.600m.) es nieve tan profunda que ningún grupo numeroso se había atrevido a abrir huella, de lo trabajoso que es.

Se acaban los días y nosotros estamos aquí, siento impotencia por haber estado allí arriba y no intentarlo, pero ahora mi misión es comer y dormir para subir la próxima vez a por todas. Mis piernas serán la "apisonadora humana" que otras veces fueron, mi corazón tendrá que funcionar como un reloj suizo en plena forma y mi cabeza tendrá que mantener la seguridad y la fuerza de un guerrero JEDI. Ahí está la montaña, la tengo enfrente, no me da miedo, está ahí para subirla, para disfrutarla.

Ayer, cuando bajábamos Alberto, Aitor y yo, nos sentamos un rato en el C1 a esperar para no tirar piedras a una pareja de mejicanos que bajaba. Ahí sentados como en un nido de águilas, con una pendiente de espanto bajo nuestros pies, veíamos a lo lejos el CB, nuestras tiendas, la seguridad, la "comodidad" y de pronto, sobre nuestras cabezas... nos saluda alguien que venía de no se sabe dónde, volando en parapente. ¿Será posible? Esto es como la fábula del pobre que va cogiendo migajas de pan y se vuelve y observa que otro más pobre coge lo que a él se le cae... Igual, no estamos locos, hay otros más locos que nosotros. ¿Quién será ese que habrá subido al menos a 7.000 m. o 6.500 m. con un parapente sobre su espalda (con lo que pesa) sólo por el placer de sobrevolar este glaciar y esta montaña? ¿Habrá gente más loca que nosotros?

Pero nos sentimos tan privilegiados. Es mucho esfuerzo físico el que requiere estar aquí arriba los tres sentados sobre estas piedras contemplando este paisaje. Pasamos por circunstancias muy especiales, grandes peligros, cambios muy radicales de temperatura, pero nos sentimos felices al vivirlo.

Nuestra seguridad actual se reduce a una pequeña tienda en el CB donde lo tenemos todo. Todo lo que necesitamos para estar aquí alegremente durante 2 meses. Libros, música, ropa y más ropa de abrigo, medicinas y algo de comida "ibérica" para los momentos de bajón. Sólo hay que andar glaciar arriba y encuentras a otros grupos humanos que te dan siempre la bienvenida, porque nunca falta una invitación a un té y siempre habrá conversaciones de montaña.

Bueno amigos/as, tengo mucho más que contar, podría estar aquí dos días sentada escribiendo y describiendo la hermosura del lugar en el que me encuentro. La grandeza de compartir esto con estos maravillosos compañeros con los que estoy. Al final, eso es lo que queda, más que una cumbre, será la experiencia y el entrenamiento que nos está dando esta montaña.

Gracias como siempre por estar ahí, leyéndonos, animándonos y viviendo esta bonita experiencia a través de nosotros.

Un fuerte abrazo,
Lina Quesada.


sábado, 19 de julio de 2008

Nuevas Fotos


Los rusos nos proporcionan dos nuevas fotos impresionantes, en las que podemos apreciar a Miguel Angel y Martín escalando la cresta y su abrazo en la Cumbre.



Comentario en el blog de Alberto Zerain y Cia

Comentario en el blog de Alberto Zeraín y Cia.

... De todos modos, la noticia del día ha sido la llegada de nuestros compañeros Martín y Miguel con la cumbre del Broad Peak en el bolsillo. Desde ayer a las 3 de la mañana, que nos dejaron en el campo III, partiendo hacia la cumbre, no habíamos recibido noticias fiables de su ascensión, tan solo el rumor de que los italianos habían visto, a través de su telescopio, al menos 4 personas llegando a la cima. A media tarde nuestros amigos llegaban a "casa" con el aspecto demacrado que inevitablemente provoca una actividad de casi 24h, pero con la inconfundible mirada de quien ha conseguido un objetivo tan exigente como es el Broad Peak, más aún en las condiciones en las que se presenta esta temporada.


En seguida y gracias a la tecnología, estamos viendo en el ordenador las fotografías de su actividad. La fascinación que nos produce la increíble belleza (incluso para nosotros) de las imágenes se mezcla con la inquietud que nos produce imaginarnos en su lugar, ¿es tan difícil como se ve en las imágenes? ¿estaremos suficientemente aclimatados? ¿llegaremos siquiera a esa vertiginosa arista? ¿bajaremos también de noche? uuffff!!! Ellos nos animan: tendremos nuestra oportunidad. Esta noche no dormiremos tan tranquilos


Aprovechando la oportunidad que nos ofrecen nuestros compañeros de escribir la crónica en el día de hoy, nos gustaría dedicarla a felicitar a los primeros alpinistas que culminan la cumbre en esta temporada y que mantienen viva nuestra ilusión por conseguirlo tras sus pasos en los próximos días, ENHORABUENA A MARTÍN, MIGUEL, JOAO y a los dos rusos que han alcanzado la cumbre con ellos...



www.k2-broadpeak.com

viernes, 18 de julio de 2008

Crónica tras alcanzar la cumbre del Broad Peak


CRÓNICA 4 TRAS ALCANZAR LA CUMBRE DEL BROAD PEAK.

La cima sabe mejor que nunca cuando uno realmente no esperaba alcanzarla.

De todos los ochomiles que he escalado, éste es el que me parece que tiene más mérito. Hemos apostado a un solo día de buen tiempo, escalando a toda velocidad y siendo únicamente cinco personas para abrir huella por encima de siete mil metros, casi siempre por encima de la rodilla. Hemos alcanzado la cumbre a la hora más hermosa, la del atardecer, aunque asumiendo un gran riesgo al descender de noche.

Lo que hemos logrado era extremadamente improbable. Había muy pocas posibilidades de éxito. Decenas de personas en el Campo Base nos miraban como si estuviéramos un poco locos. Pero hemos hecho todo bien, arriesgando un poco, y hemos logrado algo más que alcanzar la cumbre de un ochomil: hemos logrado una gran gesta alpinística.

El Everest es el monte más alto que he escalado, el Nanga Parbat el más mítico, el Gasherbrum II y el Cho Oyu tuvieron el encanto de abrir a ratos vía en solitario. Pero la del Broad Peak ha sido en conjunto la escalada de la que me siento más orgulloso.

Cuando fuimos conscientes de que el 17 iba a ser un día perfecto, con sol y sin viento, ya no había tiempo para escalar de Campo en Campo. Así que decidimos subir directamente del Base (4.900) al C3 (7.100), descansar allí unas horas y atacar la cumbre.

Martín y yo hemos contado con tres socios de talla mundial: el portugués Joao García (once ochomiles) y los rusos Valery Babanov y Víctor. Me alegra poder decir que Martín y yo estuvimos a la altura de esos alpinistas tan renombrados.

Salimos del Campo 3 a las tres de la madrugada. El problema era sobre todo la nieve profunda, muchas veces por encima de la pantorrilla y en ocasiones hasta la cintura. Íbamos relevándonos en la dura tarea de abrir huella, sobre todo Joao y yo. El collado que separa las dos cumbres principales del Broad está a 7.800, pero las condiciones de la nieve sólo nos permitieron alcanzarlo a las 14.15, una hora en la que lo adecuado es estar de regreso en la tienda.

Pero la tarde era espléndida y estábamos decididos. Escalamos con precaución una estrecha arista por cuya vertiente china caían continuas avalanchas de nieve, motivo por el cual procurábamos escalar por la vertiente de roca pakistaní (ver a Joao en la foto).



Más arriba la escalada era de nieve y hielo, y sobre las siete de la tarde estábamos alcanzando la cima rocosa del Broad (podéis ver una foto inolvidable con el K2 y la otra cumbre del Broad tras de mí).



Estábamos muy contentos, la mayoría se conforma con la cima rocosa, pero en realidad la cima principal mide 17 metros más (hasta 8.047 metros) y se sitúa más de 500 metros más allá, después de superar una peligrosa travesía (podéis ver la cima verdadera del Broad en la tercera foto, ya a la luz de la luna).



Como yo le dije a Martín para convencerle, total ya era seguro que íbamos a bajar de noche y la luna llena nos alumbraba espléndidamente. Seguimos adelante Martín, Joao y yo encordados, mientras que los rusos al principio reacios a seguirnos, al final se decidieron.

Y a las ocho de la tarde alcanzamos la cumbre más alta del Broad, uno de los momentos mágicos de nuestra existencia. Con palabras no puedo describir la alegría, la emoción, la preocupación y la concentración en bajar con seguridad, que uno siente en esos momentos. Os envío algunas fotos que pueden reflejarlo.



Bajamos con precauciones, usando cuerda allí donde era necesario, pero sin incidentes. A las once estábamos en el collado y a las dos y media de la madrugada en el Campo 3. Casi veinticuatro horas de esfuerzo ininterrumpido. Varias expediciones salían a esa hora con destino o a cumbre, dispuestos a utilizar nuestra huella, pero justo al llegar al C3 se desató una tormenta de viento y nieve que ha hecho inviable cualquier nueva ascensión.

Tras dormir dos o tres horas hemos salido hacia el Campo Base. Ahora que ya estamos aquí os puedo decir que el Broad Peak es una montaña peligrosa. Las caídas de piedras son frecuentes y a mí me ha tocado hoy en la pierna, aunque por suerte el mono de pluma ha atenuado el impacto.

Hemos sido recibidos en el Campo Base con felicitaciones y admiración. Martín y yo estamos muy contentos de estar sanos y salvos tras la gesta. Sólo deseamos regresar y abrazar a nuestros seres queridos.

Un abrazo a todos.

Miguel

De nuevo en el Campo Base



Nos han comunicado que ya están de nuevo en el Campo Base y que a lo largo del día esperan enviar una crónica "de su puño y letra".

jueves, 17 de julio de 2008

De regreso en el Campo III


A las 23:30 (hora española) Miguel, Martín y el portugués Joao García han llegado al Campo III.

Son los únicos que han hecho cumbre.

Están agotados físicamente pero muy contentos.

Van a hidratarse, a recuperar un poco y saldrán camino del Campo Base donde esperan llegar mañana, desde allí nos contarán más cosas.

¡¡¡CUMBRE EN EL BROAD PEAK!!!


Miguel Ángel y Martín, han hecho cumbre en el Broad Peak sobre las 15:30 hora española.

Han sido dieciseis horas y media de ascensión muy dura, según sus palabras lo más duro que han hecho hasta hoy en una montaña.

De momento no tenemos más datos. Seguiremos informando...

miércoles, 16 de julio de 2008

Camino de la Cumbre


21:00 horas del 16/7/08

A estas horas Miguel Ángel y Martín están camino de la cumbre del Broad Peak.

Ayer en algun punto entre Pakistán y España hubo un cruce de cables y la información ofrecida en este blog, no es correcta.

Ayer a las 16:00 (hora local), Miguel Ángel partió desde el CB hasta el C2 de tirón y Martín a las 00:00 (hora local) partió desde el CB hasta el C2, allí se unió a Miguel Ángel y continuaron hasta el C3, lo que quiere decir que Martín ha subido 2.200 m. en 24 horas, que a esa altura es muchísimo desnivel. Han descansado un poco en el C3, y han partido camino de la cumbre. Saben que lo tienen muy dificil, porque del collado (7.800 m.) no ha pasado nadie, con lo que a partir de allí no hay huella, hay muchísima nieve y hace mucho frío, pero tienen que quemar su último cartucho.



¡¡¡¡SUERTE!!!!


martes, 15 de julio de 2008

Alea jacta est


La suerte esta echada.




Ha empezado el ataque al Broad Peak, Miguel Ángel ha partido esta mañana camino del C1. Sobre las 20:00 (hora española), Martín partirá desde el CB hasta el C2 de tirón, allí se reunirán los dos y para arriba, hasta donde lleguen, si es hasta la cumbre, fenomenal y si no también fenomenal. No habrá tiempo para más. Sea cual sea el resultado del ataque, tendrán que recoger porque el día 20 tienen contratados los porteadores para el regreso. Como decía Miguel Ángel ayer en su crónica, esperamos poder comunicaros noticias en breve y ¡ojalá! que sean exitosas.








N. de la R.
Hay muchos seguidores de la expedición, que se han puesto en contacto con nosotros "quejándose" de que pasaban días y el blog no se actualizaba, os podemos asegurar que se cuelgan las novedades prácticamente en tiempo real, si no hay nuevos artículos es porque no hay noticias desde allí.

lunes, 14 de julio de 2008

Crónica de Miguel Ángel Pérez

CRÓNICA 3 DESDE EL CAMPO BASE DEL BROAD PEAK.


Saludos a todos:


Aquí estamos pasando el lunes 14 de julio en el Campo Base, es un día frío y ventoso, cae nieve ocasionalmente y los dedos se entumecen al escribir. No es un tiempo que invite al optimismo salvo por un motivo: hoy las previsiones meteorológicas han acertado y estas mismas previsiones dan mejoría a partir de mañana.

Llevo dos días de descanso en el Campo Base y aquí me he reunido con Martín, recién llegado de los Gasherbrum. Apenas hace tres días estaba intentando la cumbre del Broad Peak pero todo se torció. Vayamos por partes.

Durante la última semana la meteorología ha estado juguetona. Normalmente estamos acostumbrados a tener buen tiempo, mal tiempo, o una transición entre uno y otro. Pero esta temporada las cosas están siendo diferentes: el tiempo es permanentemente variable, a ratos hace sol, a ratos las nubes cubren el cielo. Puede estar haciendo sol a ochomil metros y nevando en el Campo II a 6.300, o viceversa. El viento sopla constantemente, lo que no es bueno para nuestros objetivos.

En estas circunstancias los partes meteorológicos lo tienen difícil. Lo único que parecía claro es que daban una leve mejoría, con tiempo más estable y claro el viernes 11 y el sábado 12.

Con este pronóstico incierto algunos decidimos intentar la cumbre esos días: una expedición iraní, un puñado de bielorrusos, un francés, un italiano y yo mismo.

Me doy cuenta de que hasta ahora no os he hablado del Broad Peak. Es un ochomil de los menos famosos, quizás porque se encuentra al lado del imponente K2, quizás porque su amplia cima (de ahí su nombre en inglés) hace que sea una montaña poco definida, siendo más una cadena de montañas que un pico propiamente dicho. En cualquier caso su escalada no es trivial: en la primera foto que os envío podéis ver lo escarpada que es su vertiente oeste, por la que discurre la vía normal. Hay que llegar hasta un collado situado a unos 7.800 metros y desde ahí escalar una arista de roca hasta una cima que aparentemente es la más alta, pero no es así. Hay que andar un kilómetro a más de ochomil metros de altura para alcanzar la verdadera cumbre, 17 metros más alta que la cima rocosa.

Junto con Pierre (el francés) y Ovidio (el italiano) subo de un tirón en poco más de seis horas desde el Campo Base hasta el C2, a 6.300 metros. Hacemos de una vez 1.500 metros de desnivel sin detenernos en el Campo I, lo que nos permite pensar que estamos en forma y aclimatados.

Tras escuchar cinco partes meteorológicos distintos, decidimos esperar un día en el Campo II para subir el viernes al C3 e intentar la cumbre el sábado, día de mejores pronósticos.

Así que el viernes subimos hasta los 7.100 metros y desde el Campo III podemos ver cómo tres personas, hundidas hasta la cintura en nieve profunda, tratan sin éxito de alcanzar el collado. Son eslovenos que tras diez horas de esfuerzo desisten de su intento a cumbre.

Todos los que estamos subiendo montamos las tiendas sin excesiva convicción, sobre todo cuando se levanta el viento y empieza a nevar. Los partes meteorológicos se han equivocado completamente: los que iban a ser los mejores días para atacar la cumbre se han convertido en los peores.

Decidimos levantarnos a las tres de la madrugada por si hay alguna posibilidad, pero la ventisca arrecia y resulta inviable moverse.

Yo por mi parte tengo mis propios problemas: una diarrea intermitente a lo largo de toda la expedición se convierte en gastroenteritis en el peor momento. Un médico bielorruso me da un remedio que corta la diarrea, pero es casi peor. El estómago me duele terriblemente y para mí estar a 7.000 metros en medio de una tormenta se convierte en un aspecto secundario. Por fin, a la una de la mañana, las dichosas pastillas del bielorruso dejan de hacer efecto, y tras una breve excursión fuera de la tienda, puedo descansar aliviado. Sé que para mí ya no hay posibilidades de cumbre; pocas horas más tarde compruebo que en realidad no hay posibilidades para nadie. Los veinte centímetros de nieve caídos durante la noche se añaden a la ya acumulada.

Por la mañana la mayoría nos ponemos en marcha hacia el Campo Base (véase foto en el momento de comenzar la bajada). Tras siete horas de arduo descenso alcanzo el Campo Base. Los antibióticos que me da el médico iraní me hacen efecto inmediatamente y me recupero muy rápido.

En el Base me reencuentro con Martín. Trae el dedo gordo del pie izquierdo con síntomas de congelación y por ello ha renunciado a intentar el K2 (os mando también una foto de Martín en la cumbre del Gasherbrum II).

Mi tiempo de vacaciones ha expirado, pero la generosidad de mi Presidente me va a permitir hacer con Martín un último intento. A partir de mañana los partes meteorológicos dan mejoría y esperamos que esta vez acierten.

No tenemos grandes esperanzas de hacer cumbre pero vamos a intentarlo. Esperamos contar con alguna expedición para compartir la tarea de abrir huella y montaremos un Campo IV a 7.400 metros, para desde ahí intentar la cumbre con más posibilidades. Subiremos hasta donde sea posible y siempre dejando un margen de seguridad.

En todo caso, como tarde el 20 saldremos del Campo Base para el 25 llegar a tiempo de coger nuestro vuelo desde Islamabad a Madrid vía Londres.

Esperamos dar noticias, quizás buenas, en pocos días. Un saludo.

Miguel.


Subiendo al Campo I

En el Campo III

Cumbre de Martín en el G II



jueves, 10 de julio de 2008

En Concordia camino del Broad Peak


Martín ha conseguido comunicar a duras penas, lo siguiente:

Se encuentra en Concordia camino del CB del Broad Peak. Jorge Egocheaga (que como sabéis es médico) le ha recomendado que dado el estado de alguno de sus dedos, desista de intentar el K2, por lo que ha decidido irse camino del Broad Peak puesto que allí se encuentra Miguel Ángel Pérez.

Hasta aquí la breve comunicación.

Inmediatamente después de conocer sus intenciones, nos hemos puesto en movimiento para intentar saber con qué se iba a encontrar allí, y no lo va a tener fácil, porque Miguel Ángel en estos momentos se encuentra en el C2 para atacar la cumbre mañana o pasado mañana (por lo que no tendrá compañero para su intento) y la ventana de buen tiempo actual acaba el domingo, con una previsión para la semana siguiente de fuerte borrasca. Esta información importante para que Martín se hiciera su composición de lugar, no se la podemos transmitir al no disponer del susodicho teléfono satélite.


martes, 8 de julio de 2008

Crónica 2 de Miguel Ángel Pérez

CRÓNICA 2 DESDE EL CAMPO BASE DEL BROAD PEAK (7/7/2008)

Saludos a todos:

Muchas novedades en la última semana.

Lo primero y más importante: Martín, en compañía de los asturianos Jorge y Rafa, alcanzó ayer la cumbre del Gasherbrum II. Lo hicieron en medio de una intensa nevada, cuando ya el tiempo estaba cambiando, y descendieron en condiciones difíciles, con sus propias huellas borradas por la nieve.

Joel, la novia de Jorge, se quedó a cien metros de la cima. Nadie más hizo cumbre en el G-II ese día.

Hoy los cuatro han llegado sanos y salvos al Campo Base, justo cuando el tiempo se está poniendo realmente malo.

Aparte de la alegría por el éxito de los tres, me satisface especialmente por Martín, que tuvo que retirarse de esta montaña en 2004, cuando yo hice cumbre con Julio Coloma, simplemente porque no le quedaban suficientes días de permiso laboral. Algo así me temo que me va a pasar a mí ahora con el Broad Peak, pero no adelantemos acontecimientos.

La cumbre de Martín demuestra que ambos tomamos hace una semana la decisión correcta. No tenía sentido que él sacrificase una posibilidad real de cumbre por acompañarme al Broad, ni que yo le esperase allí al haber escalado el G-II en 2004.

Por mi parte en el Broad he hecho mi trabajo. Hace tres días subí a dormir a Campo I, a 5.700. La mochila pesaba como nunca porque, por si acaso había posibilidad de cumbre, subí con todo: tienda, colchoneta, infiernillo, gas, comida, saco de dormir, mono de pluma, manoplas, cuerda, arnés, casco, piolet… Al día siguiente la mochila pesaba bastante menos (o más bien yo ya me había acostumbrado) y ascendí hasta el Campo II a 6.300. Tras colocar allí la tienda, seguí ascendiendo para portear el material de altura hasta 6.700. Fue un momento especial, en solitario al atardecer y tras cumplir el objetivo previsto. Os mando un par de fotos de entonces: la primera os hará entender por qué todo el mundo me toma aquí por pakistaní; la segunda muestra la mágica luz del atardecer sobre las montañas del Karakorum.

Descendí sin contratiempos y aquí estoy en el Campo Base, esperando el momento definitivo para atacar la cumbre pero con pocas esperanzas: las previsiones meteorológicas dan muy mal tiempo para la próxima semana, y a mí se me agotan los días.

Con cumbre o, más probablemente, sin ella, volveré satisfecho por el esfuerzo realizado y por haber tomado las decisiones oportunas. Mi única decisión errónea se produjo en realidad antes de partir. Para el tiempo que tenía disponible salí de España demasiado pronto. Los ochomiles del Karakorum seguramente acabarán por escalarse en la segunda mitad de julio, pero será demasiado tarde para mí.


Un saludo.

Miguel


lunes, 7 de julio de 2008

De regreso al Campo Base


Martín ha comunicado que se encuentra ya de regreso en el Campo Base.

Tanto él como sus compañeros Jorge Egocheaga y Rafael García están muy contentos con la cumbre, especialmente por la rapidez en conseguirla. Hay expediciones que todavía no han pasado del C1.

Se encuentran bien, aunque Martín tiene algun problemilla de congelación en los pies (le ha pasado en casi todas sus expediciones).

Van a descansar un par de días en el CB tras lo cual decidirán hacia dónde dirigen sus pasos.

Envían un saludo para todo el mundo y agradecen el seguimiento a traves de esta web y del resto de medios de comunicación.


domingo, 6 de julio de 2008

CUMBRE EN EL G II

Martín ha mantenido una breve conversación telefónica con Mercedes desde el Campo III (a 7000 m. aproximadamente) comunicándole que ha hecho cumbre en el G II a las 6 a.m. , hora española.

Cuando estaban arriba ha comenzado a nevar copiosamente y han tenido que abortar el descenso a cotas más bajas refugiándose en el C III a la espera de que amaine el temporal.

miércoles, 2 de julio de 2008

Crónica de Miguel Ángel Pérez

CRÓNICA DESDE EL CAMPO BASE DE LOS GASHERBRUM


Saludos a todos:

Disculpad en primer lugar la falta de noticias. Tenemos problemas de energía y apenas podemos encender el ordenador.

Martín y yo llevamos ya cinco días en el Campo Base. La llegada a Islamabad y aproximación a través del Glaciar del Baltoro fue dentro de lo normal. No pudimos volar a Skardu y tuvimos que hacer el interminable viaje en coche remontando el río Indo. Luego, cinco días andando a través del Glaciar del Baltoro, ganando altura progresivamente desde los 2.800 metros de Askole hasta los 5.100 del Campo Base de los Gasherbrum.

Martín y yo ya hemos subido dos veces hasta los 6.000 metros del Campo I que es común al G-I y al G-II. Este glaciar, con sus grietas y seracs, es un viejo conocido para nosotros. Ya lo transitamos varias veces en 2004 y ahora las condiciones han cambiado a peor, hay muchas más grietas y en general las condiciones son menos seguras. De hecho pasamos encordados el glaciar, cuando hace cuatro años podíamos transitar sin cuerda.

El tiempo es bastante inestable y en los últimos días han caído 40 cm de nieve. Ayer subir al C-1 me llevó ocho horas, el doble que la primera vez, debido a la necesidad de abrir huella y de ir descubriendo las grietas con los bastones.

Las condiciones no son fáciles en ninguno de los Gasherbrum. La diferencia estriba en que en el G-II hay más de 60 personas para intentar la cumbre, mientras que para el G-I apenas hay media docena. Ello supone una gran diferencia para abrir huella y montar cuerda fija.

Por ello, y tras pensarlo varios días, hemos decidido desistir por el momento del G-I. Martín se centrará en el G-II y yo, que ya pude hacer este ochomil en 2004, me iré al Broad Peak, que está cerca y tiene unas condiciones objetivamente más seguras.

Os adjuntamos dos fotos donde salimos Martín y yo, una de Concordia, con el Broad Peak al fondo, y otra del Campo 1 de los Gasherbrum, con el G-I al fondo.


Un saludo.

Miguel y Martín

jueves, 26 de junio de 2008

C1 Instalado


Esto ya va en serio, mi segundo ataque al Gasherbrum II está en marcha, espero tener un poco más de suerte que hace cuatro años, cuando tuve que darme la vuelta desde el C2 para incorporarme puntualmente al trabajo, justo dos días antes de que mis compañeros de expedición hicieran cumbre.

Pero bueno eso son recuerdos lejanos que espero no se interpongan en el presente. He instalado el C1 aproximadamente a 6.000 m. y espero partir de madrugada nuevamente hacia allí, para pasar mi primera noche en altura.

Excepcionalmente, he podido contactar regularmente para contaros como iban las cosas por aquí, a partir de ahora se impone la cruda realidad (no dispongo de teléfono satélite) y las futuras comunicaciones son una incógnita.

Saludos.

Martín

martes, 24 de junio de 2008

En el Campo Base

Por fin, estamos en el CB, sin novedad, mañana a trabajar.

Saludos.

Martín

domingo, 22 de junio de 2008

Seguimos ganando altura


Estamos en Goro II, a 4.300 m., hemos empezado a forzar la máquina.

Miguel Ángel se ha recuperado de los problemas gastrointestinales que ha padecido estos días y yo estoy acribillado de picaduras de algún tipo de bichejo que no acierto a descubrir.

Estoy sorprendido negativamente por la suciedad del Baltoro, muy superior a la que había en mi primera visita hace 4 años.

Un saludo.

Martín.

viernes, 20 de junio de 2008

Parada técnica en Paiyu


Hola a todos.

Hoy hemos realizado la parada técnica de aclimatación en Paiyu, estamos a 3.400 m.

A partir de mañana continuaremos la marcha de aproximación y, si todo va bien, llegaremos al CB, a unos 5.100 m., el próximo martes.

Para todos los que estén en Zamora disfrutad de las fiestas de San Pedro.

Un saludo.

Martín.



miércoles, 18 de junio de 2008

Primer día de caminata


Hemos finalizado nuestro primer día de caminata.

Estamos en Jula a 3.200 m., cansados pero recuperando el ánimo, que lo teníamos por los suelos después de que nos anularan el vuelo a Skardu cuando estábamos subiendo al bus para embarcar.

Mañana seguiremos de caminata, ganando altura y aclimatando poco a poco a través del glaciar del Baltoro.


Saludos.

Martín.

lunes, 16 de junio de 2008

Ya estamos en Skardu


Ya estamos en Skardu.

El "recorrido turístico" por la Karakorum Highway no se lo recomiendo ni a mi peor enemigo. Hemos llegado derrotados y deseando meternos en la cama para recuperarnos de la paliza que supone este viaje por la antigua Ruta de la Seda.

Mañana si todo va bien, nos quedan otras doce horas de 4x4 hasta Askole, donde empezaremos la marcha de aproximación por el Glaciar del Baltoro camino de nuestro CB.

Un saludo.


Martín.


domingo, 15 de junio de 2008

Estamos en marcha camino de Skardu


Estamos en marcha camino de Skardu.

El vuelo desde Madrid a Islamabad bien, aunque nos perdieron un bidón y un petate, que afortunadamente hemos recuperado posteriormente, ese fue el primer contratiempo, el segundo, que no hemos podido volar a Skardu, con lo cual tenemos por delante dos días recorriendo la infernal Karakorum Highway.

Espero poder manteneros informados, aunque sea brevemente, pero ya sabéis como es esto.

Miguel Ángel Pérez y Martín a punto de embarcar en Barajas


Un saludo.

Martín.




viernes, 30 de mayo de 2008

Muy pronto...


La nueva aventura de Martín Ramos.

Entrevista en Onda Deportiva, Onda Cero Radio, el pasado 11 de Junio de 2008.