domingo, 20 de julio de 2008

En la diana


Martín del Himalaya

Francisco García

A la señora María se le acaban las cuentas del rosario cada vez que Martín se embarca en la aventura de un ochomil con la pasmosa tranquilidad con que uno da un garbeo desde el Castillo a Santa Clara.

Pero a Martín, Martín Ramos, erre que erre, se le van las piernas al Oriente como a los exploradores de otro siglo la cabeza como un imán al polo norte magnético, como si la llamada de las cumbres que rodean el techo del mundo fuera un reclamo irrechazable, canto de sirena de las nieves perpetuas y de los hielos como simas insalvables.

¿Qué se contempla desde aquella altura; qué se divisa donde más arriba no ha llegado nadie para que perviva la entereza de volver cada vez aún a riesgo de la propia vida?

Que en una provincia de horizontal llanura donde lo que más se eleva es el cereal; que en una ciudad donde el mayor desnivel se alcanza en el Alto de los Curas surja un montañero que en apenas dos semanas corone dos techos del Himalaya es para apuntarlo en el Guinness del zamoranismo, tan escaso de premios y de retos.


        19 de julio de 2008

1 comentario:

  1. Enhorabuena y Gracias por elevarnos al cielo del Karakorum, cota que nos habeis hecho alcanzar, toda la banda de por aquí (yo al menos) nos sentimos orgullosos de gente como vosotros que planteáis objetivos y... ¡ya esta!. Sabed que no se lo que habeis podido ver ahí arriba, nosotros hemos estado ahí (con vosotros) y puedo advertir un esfuerzo titánico con esa reconpensa de haber alcanzado el éxito. Me emociono solo de pensarlo (snif)

    En fin, ya no se ni lo que escribo, pero solo deciros que nos habeis convertido en gigantes (a todos).

    nada mas, perdonad si el texto es ininteligible, pero corren mas los dedos y el corazón que la cabeza.

    solo tres cosas: gracias, gracias y... gracias.

    Muchos abrazos besos y demas arrumacos de los de alrededor... ¡Yetis de la Estepa castellanoleonesa!

    ResponderEliminar